Un trasplante es un procedimiento quirúrgico que tiene la capacidad de devolverle la calidad de vida a una persona, que tiene problemas en tejidos, médula ósea, en la sangre o en algún órgano de su cuerpo.

Existen 4 tipos de trasplantes:

  • Trasplante de médula ósea: Consiste en la infusión por vía intravenosa de la médula ósea de la o el donante para sustituir las células enfermas de la persona receptora. Lo más recomendable para este tipo de casos es que el donante sea parte de la familia consanguínea.
  • Trasplante de tejidos: Los que se puede trasplantar son los tejidos osteotendinosos como: tendones, hueso y otras estructuras. Córneas, segmentos vasculares, piel, entre otros; estos trasplantes son menos conocidos
  • Trasplante de sangre de cordón umbilical: Consiste en la infusión por vía intravenosa de la sangre del cordón umbilical para sustituir las células enfermas del paciente. No requiere intervención quirúrgica, al igual que el trasplante de médula ósea, están indicados para enfermedades como las leucemias
  • Trasplante de órganos: Es el procedimiento más conocido donde se puede trasplantar el corazón, intestino, páncreas, hígado y riñón, donde se realiza la sustitución total o parcial del órgano dañado por otro obtenido de una persona compatible que actúa como donante

El trasplante se realiza en aquellas personas que tienen una enfermedad que ha provocado un daño irreversible en uno de sus órganos y que no puede curarse con otro tipo de tratamiento.

Los cuidados para este tipo de paciente son esenciales para su correcta y pronta recuperación, incluyendo:

  • Mantener limpia y desinfectada el área donde se estará el paciente; además los familiares deben lavarse constantemente las manos, utilizar mascarillas, batas y cumplir un control estricto de visitas
  • Apoyo y ayuda en las actividades diarias y de aseo personal
  • Cumplir con las indicaciones médicas
  • Cuidados especiales en sondas, vía central, entre otros
  • Seguimiento continuo de los valores del paciente

Una persona puede tener un  trasplante y no sufrir ninguna infección, pero en la mayoría de los casos sufren al menos una infección al recibir el órgano nuevo, siempre que la enfermera o el cuidador detecte síntomas o signos de alerta, debe ponerse en contacto de inmediato con el médico tratante.

Para evitar infecciones los cuidados son:

  • Si el paciente tiene sonda se debe fijar bien, supervisar la permeabilidad, manipularla lo mínimo posible y siempre bajo las medidas asépticas, realizar cultivos según protocolo y ante la presencia de síntomas o signos de infección
  • Cuando el paciente tiene vías venosas deben fijarse bien y proteger la inserción con gasas estériles impregnadas de povidona yodada, tener presente la fecha en el apósito.
  • La cura de heridas es clave, si el apósito está limpio, no se debe cambiar hasta el tercer o cuarto día, excepto si se tiene que efectuar alguna prueba diagnóstica
  • La fisioterapia respiratoria es ideal para reducir los riesgos de infecciones en las vías respiratorias

Nosotros contamos con el servicio de enfermería a domicilio, laboratorio, rayos x, traslado y un plan de control y seguimiento para los familiares que deciden asumir el rol de cuidadores.  Este tipo de paciente requiere de cuidados especiales y de mucha atención para que el nuevo órgano sea aceptado por su organismo y la recuperación sea satisfactoria.

Contamos con más de 21 años de experiencia, nuestro equipo es multidisciplinario, nos adaptamos y estamos capacitados para atender de forma personalizada y cubrir las necesidades de nuestros pacientes y sus familiares.

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