La nutrición es la especialidad médica que analiza el conjunto de alimentos más recomendados y cómo se pueden consumir según las diversas necesidades del cuerpo humano. Establecer hábitos alimenticios contribuye a la salud, al rendimiento físico e intelectual, y a la prevención de enfermedades.

En este sentido una nutrición adecuada repercutirá en mejores resultados para combatir la obesidad, el sobrepeso y superar diversas enfermedades relacionadas directa o indirectamente con la alimentación.

Si llevamos un estilo apresurado es difícil dedicar tiempo para seguir un sano régimen alimenticio; este ritmo sobrecarga nuestros horarios y provoca el consumo de alimentos poco saludables como comidas rápidas bajas en nutrientes, y en muchos casos, con grasas saturadas. En la rutina diariaes importante incluir frutas y verduras (mínimo cinco porciones diarias), carnes desgrasadas y otras fuentes de proteína como el pescado, los huevos o frutos secos, panes integrales y cereales que contengan fibra, y no olvidar los lácteos.

Sin embargo, hay alimentos que se beberían evitar o consumir muy de vez en cuando como la sal, leche cruda por riesgo de encontrarnos con bacterias, las bebidas energéticas y refrescos con exceso de azúcares, que además son estimulantes que causan trastorno del sueño y del comportamiento.

¿Cómo se planifica una buena nutrición?

Es necesario equilibrar las comidas entre los tres grupos alimenticios más importantes: los energéticos, formadores y reguladores, se debe tomar en mayor medida alimentos del grupo de cereales y tubérculos, en segundo lugar, del grupo de las frutas y verduras y, en tercer lugar, los productos de origen animal.

Puedes tener múltiples beneficios al planificar las comidas de modo que sean ricas en nutrientes, bajas en calorías, en la cantidad y proporción adecuada según las necesidades fisiológicas de edad y sexo, y al tener un equilibrio evitando que el consumo excesivo de un alimento no sustituya a otro necesario en la alimentación. Algunos de estos beneficios son: 

  • Ayuda a mantener un peso adecuado, según la edad y estatura
  • Estimula el sistema inmunológico
  • Facilita la práctica de actividad física
  • Mejora la habilidad de concentración
  • Ayuda a combatir el cansancio y la fatiga
  • Evita y previene enfermedades
  • Mantiene el organismo con la energía y vitalidad necesarias para la vida

Los adultos mayores son más vulnerables y para su bienestar es indispensable tener un plan alimenticio indicado por un especialista, para evitar un deterioro funcional apresurado o agravar alguna patología crónica. Con el envejecimiento las necesidades energéticas son menores, ya que la actividad física y la masa muscular disminuyen.

Compartimos seis recomendaciones que le ayudarán a mejorar su alimentación:

  • Desayunar diariamente, sin falta, preferiblemente alimentos integrales y no procesados
  • Consumir 5 porciones de verdura y fruta entera (no jugos) al día, lo que disminuye el consumo de azúcar y favorece la ingesta de fibra, vitaminas y minerales
  • Evitar el exceso de sal en las comidas
  • Tomar al menos ocho vasos de agua al día
  • Evitar al máximo el consumo de gaseosas y jugos en caja 
  • Solicitar un plan alimenticio personalizado a su médico de cabecera o nutricionista
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