La genética es la rama de la biología, que se encarga del estudio de aquello que  es transmitido en sucesivas generaciones a través de los genes. También hace referencia a lo que se vincula con el comienzo, el inicio la raíz de algo. Estas transferencias se desarrollan mediante los genes, compuestos por fragmentos de ADN, una molécula que se encarga de la codificación de los datos genéticos presentes en las células.

El ADN, que controla las funciones, el comportamiento y la estructuración de cada célula; tiene la capacidad de replicarse y producir una copia de sí mismo. Existen enfermedades genéticas que son aquellas que se producen como consecuencia de la alteración del genoma, las mismas pueden clasificarse en hereditarias y no hereditarias.

Entre las enfermedades de este tipo destacan, por ejemplo, el síndrome de Tourette se caracteriza fundamentalmente porque la persona cuenta con un trastorno de tipo neuropsiquiátrico que le lleva a tener multitud de tics ya sea a nivel vocal o a nivel físico.

La genética se divide en distintas ramas:          

  • La molecular: centrada en cómo se compone y se duplica el ADN
  • La cuantitativa: estudia los efectos que generan los genes en un fenotipo
  • La mendeliana o clásica: focalizada en el conocimiento de los genes y de los cromosomas para comprender cómo se transmiten a través de las distintas generaciones

Los defectos congénitos son anomalías estructurales o funcionales que ocurren durante la gestación. En general su origen es genético, infeccioso, ambiental o nutricional, pero en muchas ocasiones no es posible identificar la causa.

Los trastornos congénitos más comunes y graves son los defectos cardíacos, los del tubo neural y anomalías cromosómicas como el síndrome de Down.

Muchos trastornos se pueden prevenir

Contrariamente a lo que muchas veces se piensa, muchos de estos trastornos se pueden prevenir, además de que la calidad de vida de las personas que los presentan se puede mejorar mediante intervenciones accesibles y en numerosos casos, de bajo costo.

¿Quién está en riesgo de tener un bebé con defectos congénitos?

  • Las mujeres que fuman, beben alcohol o toman ciertas drogas ilegales durante el embarazo
  • Tener diabetes no controlada u obesidad durante el embarazo
  • Auto medicarse en el embarazo
  • Tener a alguien en su familia con un defecto congénito
  • Ser madre después de los 34 años de edad

Las deformaciones congénitas más comunes        

Las malformaciones del tubo neural se cuentan entre los defectos congénitos más frecuentes y su manifestación más común es la espina bífida, que implica que la columna vertebral no completa su desarrollo. Los recién nacidos con esta condición requieren cirugía para corregirla y, según la gravedad, podrán presentar diversos grados de secuelas.

La cardiopatía congénita también necesita cirugía. En la mitad de los casos, esa operación debe hacerse en el primer año de vida. Las cardiopatías congénitas son anomalías del desarrollo que afectan a las estructuras del corazón.

Cuidados para la vida

Antes y durante el embarazo puedes cumplir con ciertas prácticas que aumentan las posibilidades de tener un bebé sano:

  1. Comienza la atención prenatal tan pronto como pienses que podrías estar embarazada y asiste al control de salud con la frecuencia indicada por su doctor o doctora durante el embarazo
  2. Si tienes alguna afección médica, intenta controlarla antes de quedar embarazada
  3. Toma ácido fólico todos los días
  4. No consumas alcohol
WhatsApp SMID en WhatsApp